¡Un millón de cosas buenas!

¡Si en el Oratorio hay un millón de cosas buenas! y el sábado que vivimos es una muestra que la podemos pasarla  bien. Sin duda el día tuvo lleno de sonrisas y carcajadas pero lo mas importantes se pudo oler en los vientos que todos estaban felices...estaban re felices...estaban ¡FELIALEGRES! 

Este sábado estuvo mas que completo porque un grupo de nuestro oratorianos volvió al famoso barrio de La Ribera. En este barrio ya es tradición jugar unos picantes partidos sabor a kiwi y también al exitoso salto de la soga sabor a helado de vainilla, te dejo unas cuantas fotos para podas degustar esta aventura.

Como soy experto leyendo mentes este bebe debe estar pensando ¡Que buena mañana...ojala que vuelvan o ya verán! ¡Claro que vamos a volver! ¿TU SERAS UNOS DE LOS SIGUIENTES QUE SE METERÁ A EXPLORAR LA AVENTURA DE LA RIBERA?

En la sede central del oratorio también se puedo degustar el sabor de los juego, de la amistad pero sobre todo el sabor a la ¡Alegría! 

Me llamaron de las inferiores del equipo del Beato Felipe Renaldi  para que este personaje pueda formar parte de su plantel.

Y así fue la mañana de muchos sabores y se pudo disfrutar lindos momentos que serán guardados en el cofre de las memorias. Pero el sábado no termina ahí porque un grupo de nuestros soldados compartieron una mega tarde en Colonia Mi Hogar donde se pudo jugar y compartir con los niños de allí.

Así fue como algunos de los animadores participaron del festejo del niño en este hogar.

 Agradecemos al Padre Andres por la invitación, a la hermana superior Milagros por recibirnos de la mejor onda, a todos las Hermanitas discípulas de Jesús de San Juan Bautista y todos los niños que le pusieron el carisma, el entusiasmo y la alegría.

Nos vemos...pero antes te cuento algo el oratorio ya tiene vehículo oficial ¡Mira!

Te esperamos este sábado para escribir mas hojas de esta mega aventura que formas partes que es el Oratorio.
¡Saludos!...¡Un abrazo de ballena!