¡Un millón de cosas buenas!

¡Si en el Oratorio hay un millón de cosas buenas! y el sábado que vivimos es una muestra que la podemos pasarla bien. Sin duda el día tuvo lleno de sonrisas y carcajadas pero lo mas importantes se pudo oler en los vientos que todos estaban felices...estaban re felices...estaban ¡FELIALEGRES!