Día del maestro

- ¿Qué empujás?- le dije.
Se formó una rueda. Alguien gritó:
- Pegale...
Niñas aterrorizadas se sumaron al grupo.
Carlos se puso muy colorado. Manos crueles lo empujaron hacia mí.
Tito, falso caudillo y compañero temido, me dijo:
- Dale... ¿O le tenés miedo?
Entonces le acomodé una piña a Carlos… y ahora ya sé que soy cobarde.
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¿Lo entendiste? Te lo explicamos, por las dudas: el chico se siente cobarde porque se dejó llevar por los demás para pegarle a un compañero. Por supuesto, los chicos del Oratorio nunca se agarran a pelear, y nunca se dejan llevar por los demás para hacer algo malo.
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Dos chistes escolares:
La señorita señala a un alumno y le dice:
- ¡Rápido, Axel! ¿Cuánto es 7 por 8?
- 41, señorita.
- No, es 56.
- Y bueno, ¿usted quería velocidad o precisión?
- Mamá, mamá, cuando hablo en la escuela nadie me presta atención... ni la maestra, ni la directora, ni mis compañeros... mamá, mamá... ¡mamá!
Uno más, de yapa:
La señorita pregunta:
- Si yo digo: "Cuando yo era pequeña parecía una reina." ¿En qué tiempo estoy hablando?
- En tiempo prehistórico, señorita - contesta José, el "Topo Gigio" irrespetuoso.
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