Día del maestro

¡Qué felicidad levantarse tranquilo, sin andar a las apuradas, porque hoy no hay que ir a la escuela! Y mañana tenemos Oratorio. Y no tendremos que preocuparnos por estudiar o hacer deberes, porque el lunes no hay clases. ¡Y el martes tampoco! El último descanso de estos meses, para llegar bien a fin de año.
Hoy es el Día del maestro. Que Jesús, el único Maestro que sabe todo, bendiga a todos los maestros y maestras que nos ayudaron a ser mejores.
¿Te acordás cómo se llamaba tu maestra de Jardín de Infantes?¿Era buena, o azotaba a los chicos con un cinto y les obligaba a meter los dedos en el enchufe si se portaban mal? Algunos se encariñan tanto con sus maestras que prefieren quedarse de grado para seguir viéndolas el año siguiente.
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En el Oratorio tenemos varios chicos más grandes que hacen un poco de maestros de los más chicos. ¡Que Dios los ayude para saber enseñarles siempre cosas buenas!

Para terminar, un cuento brevísimo de algo que pasó en alguna escuela:

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Me empujaron a la salida. Hubo un tumulto blanco de guardapolvos y después de una rápida investigación quedé frente a frente con Carlos.

- ¿Qué empujás?- le dije.
Se formó una rueda. Alguien gritó:
- Pegale...
Niñas aterrorizadas se sumaron al grupo.
Carlos se puso muy colorado. Manos crueles lo empujaron hacia mí.
Tito, falso caudillo y compañero temido, me dijo:
- Dale... ¿O le tenés miedo?
Entonces le acomodé una piña a Carlos… y ahora ya sé que soy cobarde
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¿Lo entendiste? Te lo explicamos, por las dudas: el chico se siente cobarde porque se dejó llevar por los demás para pegarle a un compañero. Por supuesto, los chicos del Oratorio nunca se agarran a pelear, y nunca se dejan llevar por los demás para hacer algo malo.

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Dos chistes escolares:

La señorita señala a un alumno y le dice:

- ¡Rápido, Axel! ¿Cuánto es 7 por 8?

- 41, señorita.

- No, es 56.

- Y bueno, ¿usted quería velocidad o precisión?


- Mamá, mamá, cuando hablo en la escuela nadie me presta atención... ni la maestra, ni la directora, ni mis compañeros... mamá, mamá... ¡mamá!


Uno más, de yapa:

La señorita pregunta:

- Si yo digo: "Cuando yo era pequeña parecía una reina." ¿En qué tiempo estoy hablando?

- En tiempo prehistórico, señorita - contesta José, el "Topo Gigio" irrespetuoso.

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