Un cuento

Este es el cuento que leímos el sábado cuando rezamos en la capilla. Los chicos aplaudieron de pie después de escucharlo. Axel estaba tan emocionado que se olvidó de protestar.


Una noche tuve un sueño... Soñé que estaba caminando por la playa con el Señor. Enfrente de nosotros, en el cielo, como en una gran pantalla, pasaban escenas de mi vida. Por cada escena que pasaba, al dar vuelta la cabeza, percibí que en la arena quedaban dos pares de pisadas: unas eran mías, y las otras del Señor.

Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás y noté que muchas veces en el camino de mi vida quedaban solo un par de pisadas en la arena.

Noté también que eso sucedía en los momentos más dolorosos y difíciles. Esto realmente me perturbó, y le pregunté al Señor:

"Señor, Tú me dijiste, cuando resolví seguirte, que andarías conmigo a lo largo del camino, pero durante los peores momentos de mi vida había en la arena solo un par de pisadas. No comprendo por qué me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba."

Y el Señor me contestó:

"Mi querido hijo, Yo te amo, y jamás te abandonaría en los momentos de tus sufrimientos. Cuando viste en la arena solo un par de pisadas, fue justamente allí, cuando Yo te cargué en mis brazos."



Mañana te saludaremos desde esta página por el Día del Amigo.


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