Un poco de humor

Venir al Oratorio es motivo de alegría para todos. No siempre sabemos hacer chistes buenos, por eso, te dejamos ahora dos chistes profesionales:

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¿No es cierto que los nuestros no tienen nada que envidiarles?

Este que viene no es un chiste, sino una versión ilustrada del cuento que contó Chachi antes de rezar. Para que un árbol pueda ser alto y fuerte, necesita crecer primero hacia adentro de la tierra. Así nos pasa a nosotros: para poder hacer algo bueno por los demás (¡y algo bueno con nuestra vida!) tenemos que crecer primero en nuestro interior: ser capaces de reflexionar, aprender a pensar antes de actuar... y lo más importante de todo, valorar la amistad que Dios quiere brindarnos, es decir, acostumbranos a sentir la alegría de estar en Gracia de Dios. Entonces podremos ser altos y fuertes hacia afuera, más grandes y más felices, y motivo de alegría para los que viven a nuestro lado.

¿Los chistes de arriba no te parecieron graciosos? Intentá con estos:

¿Sabés cuál es el colmo de un abogado?

Perder hasta las muelas del juicio.

- Jaimito, espero no sorprenderte copiando en el examen.

- Yo también lo espero, señorita.

- Señorita, ¿usted castigaría a un alumno por algo que no hizo?

- Por supuesto que no, Semi.

- Menos mal, porque no hice los deberes.

En el consultorio del médico:

- Mire, amigo. Tendrá que ser fuerte. ¡Tiene usted la enfermedad de Mac Ferson!

- ¡Dios mío! ¿Y eso es grave?

- Nos tomará un tiempo descubrirlo, señor Mac Ferson.

Otro de médicos:

- Amigo mío, tengo dos noticias para darle. Una mala, y la otra espantosa. La mala es que le quedan 24 horas de vida.

- Pero, doctor, ¿qué puede ser peor que eso?

- Que ayer no pude encontrarlo por ningún lado.

Y para el final, el mejor chiste de la historia.

- ¿Cómo se llama un boomerang que no vuelve?

- Palo.

¿Qué puntaje nos darías, del -100 al 10?

El martes actualizaremos esta página.

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